Por Óscar Fabián Gutiérrez Tenorio*
Poco a poco se va adelgazando la economía de las familias puesto que la poca venta y la dependencia económica hacia los servicios y el comercio en nuestro estado que no ha logrado diversificar la industria, y ha apostado hacia servicios y comercio para abastecer la industria automotriz y sus cadenas de suministros, a nivel nacional las afectaciones y consecuencias de todo esto ha evidenciado la poca preparación que el gobierno federal tiene de liberar un aparato productivo económico. Algo de lo que aprendí en el estudio de mi carrera de Contaduría Pública en la universidad fueron los principios de contabilidad, entre ellos, sino por mencionarlo de manera enunciativa y no por su orden de importancia, sino por lo que me quiero referir en este contexto de importancia, es el principio de “entidad”, este principio nos enseña que una entidad económica tiene efectos horizontales y verticales, así cómo influye esta, en las otras de acuerdo a las decisiones que se toman y cómo influyen factores externos de otras entidades en las decisiones que esta tendrá que tomar, no obstante el registro de las operaciones que deba realizarse tendrán importancia relativa, constancia, consistencia y de acuerdo a los montos cuantitativos y cualitativos identificables y no identificables que pueden afectarle para tomar decisiones, no debemos olvidar que la entidad es aquélla a la que queremos evaluar para ello denotar que los dirigentes de nuestro país no tienen idea de este principio porque revuelven una entidad con otra, haciendo que los efectos negativos se magnifican por las decisiones que se toman. Ellos; quienes parecieran ser que ignoran la problemática que la generalidad de las cifras padecen, en no encuadrar en su justa dimensión, pues actualmente existen 77 millones de personas que contribuyen a los impuestos, de esos 47 millones son asalariados, y 30 millones son personas físicas y personas morales que no son asalariados, de esos solo existen alrededor de 980 mil empresas sean personas físicas y morales con trabajadores dados de alta que ascienden a 20.8 millones de trabajadores formales, todos padecen o padecemos me incluyo en este contexto y que los que no son como nosotros, ven como un espectro externo lo que están estudiando dentro de un laboratorio, como lo es el fenómeno de la enfermedad COVID 19 y de la crisis económica y que no forman parte de ello, es decir, se ven ajenos, opuestos o indiferentes y hasta de cierta forma molestos o irritados, sin embargo con las decisiones que han tomado hasta hoy, lo único que puedo observar es el repudio que tienen por el otro. La falta de liquidez y la deuda constante y permanente sin la generación de recursos a través de la producción el aumento del valor del capital, la inversión y la administración de los recursos; definitivamente no solamente ocasionará un derrumbe y desplome de la economía, sino un deterioro de la calidad de vida de todos los que se verán afectados, que por lo regular son los que menos tienen. Y quiero hacer esta comparación para hacerlo muy simple, una persona que vive de sus capitales y los intereses, de sus capitales sean a través de renta sobre rendimientos que gasta más o inyecta más a la economía, con una vida normal, paseando y viajando, comprando y comprando, artículos, servicios básicos y suntuarios, ante la ausencia de esto, solamente acumula más riqueza, porque los capitales y los intereses y rentabilidad de estos, lo seguirá acumulando, así es como quienes poseen de recursos los multiplicarán.
Pero quién depende del aparato productivo y no solamente vive al día, sino que tiene que seguir gastando para su sostenimiento, se seguirá endeudando, comprometiendo los propios activos que tenga y cometiendo errores sacando dinero de aquí y de allá, para sobrevivir y mantenerse en el aislamiento. La clase política no se da cuenta qué quiénes mueven la economía están descansando en el aislamiento y quienes viven de ella cada día a cuentagotas se les restringe la posibilidad de generar su sostenimiento.
Y algo todavía mucho peor, la economía informal va en aumento y no tiene como detenerse, vemos los establecimientos formales cerrados aceptando el embrollo de las autoridades que un día dicen una cosa y al día siguiente otra, pero los negocios informales abiertos al publico mientras las autoridades descansan aisladas en su casa.
Es por eso que lo que veremos pronto es: “a los pobres más pobres y los ricos más ricos”.
*Contador Público. Cuenta con una especialidad en Finanzas, una Maestría en Impuestos, y un Doctorado en Gobierno y Administración Pública. Actualmente se desempeña como Síndico en el SAT, miembro de la Comisión Fiscal Local y Nacional de Coparmex y es Director General de Grupo Solfis, con más de 20 años de experiencia en temas fiscales y asesoría de impuestos. Contacto: ogutierrez@gruposolfis.com