La falta de un documento puede costarle a un empresario una multa de mínimo 12 mil 500 pesos
Expertos debaten sobre las reformas al artículo 30 del Código Fiscal de la Federación y sus efectos en la economía de los empresarios en el podcast semanal Balance Empresarial que se transmite desde el portal termapolis.com.mx, el cual es conducido por el Contador Público Oscar Gutiérrez Tenorio que tuvo como invitado a Carlos Hugo Maza Arevalo, maestro en impuestos y presidente de la Comisión Fiscal de COPARMEX en Aguascalientes.
Dicho artículo establece los tiempos en que los empresarios están obligados a guardar su documentación fiscal para futuros trámites, comprobaciones, auditorías y demás. Dependiendo del documento en cuestión puede ir desde cinco años hasta el tiempo de vida de la empresa.
Maza Arevalo argumentó que además del costo propio de llevar la contabilidad, las empresas deben tener un espacio destinado específicamente a guardar su documentación fiscal para tenerla de preferencia localizable por cualquier eventualidad.
“Se estima que el manejo de la contabilidad en una empresa media te lleva al año en promedio 560 horas, esto significa más o menos unos dos millones de pesos al año”.
La autoridad entiende por contabilidad los libros, sistemas, registros contables, papeles de trabajo para presentar impuestos, libros de actas, estados de cuenta bancarios, cuentas especiales, control de inventarios, toda la documentación comprobatoria de asientos contables y lo relacionado con los impuestos.
Las empresas deben tener esta documentación en físico y en electrónico, con las características y condiciones establecidas por ley, abundó Carlos Maza Arevalo en su intervención.
No tener esta documentación en tiempo y forma puede implicar para un empresario una multa de 12 mil 500 pesos por la ausencia de un libro, la cancelación de sellos fiscales o inclusive poner en riesgo su patrimonio.
Para el maestro en impuestos, la legislación tributaria en México era regulatoria, luego administrativa y se ha vuelto administrativa penal.
El costo de ser empresario es caro, las personas arriesgan todo su capital, patrimonio, horas de vida e incluso viven con la angustia del fisco.
“El empresario mexicano es un terco sobreviviente porque lucha a brazo partido por subsistir y sus peores enemigos no son sus proveedores, ni sus clientes, ni su competencia, ya saben quien”, dijo casi para concluir Carlos Maza Arevalo .