El juez federal de distrito en el oeste de Michigan, Paul Maloney, falló a favor de David Werking quien, tras su divorcio, estuvo viviendo por diez meses en casa de sus padres.
Luego de que Werking de 42 años, notará la falta de algunas cajas de su propiedad con valor estimado de 29 mil dólares, demandó a sus padres quienes abiertamente aceptaron que se deshicieron de estas ya que, contenían una colección de juguetes sexuales y material pornográfico propiedad de su hijo. Los padres de Werking señalaron durante el juicio que, ellos tenían derecho a actuar como propietarios, sin embargo, el juez se apegó a tecnicismos y señaló que “los acusados no citaron ningún estatuto o jurisprudencia para respaldar su afirmación de que los propietarios pueden destruir propiedad ajena solo porque no les gusta”.
Entre la importante colección desechada estaban 2 mil cintas pornográficas de los años 80 y 90, y algunos juguetes sexuales que son irrecuperables, según dijo el perjudicado.
La sentencia declaró el juez, es el pago de los daños y perjuicios al afectado, y aunque aun no se define el monto, Werking exige que sea el triple de lo invertido en su material de recreación.
