Esta semana se dio a conocer que en Indonesia un enfermero no tuvo más remedio que admitir que se quitó el equipo de protección personal para tener relaciones sexuales con un hombre infectado de COVID-19.
“Es cierto que ha habido un incidente sospechoso de una relación entre personas del mismo sexo entre un trabajador de la salud y un paciente con COVID-19 en el Hospital de Emergencias Wisma Atlet”, dijo Asep Gunawan de la Asociación Nacional de Enfermeras, afirmando que el proceso legal está en marcha y de resultar culpables, podrían enfrentar una pena de hasta 10 años de cárcel.
La indiscreción del paciente a través de su cuenta de twitter para exhibir capturas de pantalla de los mensajes de WhatsApp de la pareja, y algunas imágenes de su pareja en el suelo y otros detalles, fueron los culpables de la situación que hoy en día afrontan ambos personajes.
Este caso ha sido transferido a la policía central de Yakarta, utilizando como testigo al trabajador de salud “…mientras tanto, el paciente continúa en aislamiento en la casa del atleta», agregó, refiriéndose a una antigua villa de alojamiento de atletas olímpicos que se transformó en un hospital de coronavirus.
Posteriormente, a los dos hombres se les realizaron pruebas de coronavirus. Se encontró que el paciente todavía era positivo mientras que la enfermera dio negativo, dijeron las autoridades.
