Basados en los informes de la organización Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), se registraron 300 marcas globales de maquillaje y productos para el hogar que aún experimentan con animales vivos, víctimas de tortura; por lo que en la Cámara de Diputados, está en espera una iniciativa para prohibir la investigación, fabricación, importación y comercialización de productos o ingredientes en ellos.
La experimentación con animales se ha desarrollado en la medicina, la química, la biología, la farmacología, la psicología y la exploración espacial durante décadas. Los científicos han argumentado que ensayar con animales salva vidas humanas, a pesar de que esto implica la tortura y muerte innecesaria de millones de especies.
Sin embargo, en México, desde hace dos años, se presentó en el Senado una iniciativa que el 19 de marzo pasado, fue aprobada y llevada a la Cámara de Diputados, pero se encuentra ignorada debido a que la Comisión de Salud no ha elaborado un dictamen para que sea discutida.
La propuesta enviada a los diputados modifica diversas disposiciones de la Ley General de Salud y de la Ley Federal de Sanidad Animal, donde los fabricantes tendrán un año para sustituir las pruebas en animales por métodos alternativos para evaluar la seguridad y eficacia de los productos cosméticos; además plantea que las marcas que omitan especificar en su producto que la fabricación de cosméticos no incluyó pruebas en animales se harán acreedoras a una multa de 15 a 20 mil veces el valor de la unidad de medida y actualización (UMA).
Asimismo, el establecimiento que viole la Ley podría ser clausurado de manera temporal o definitiva, y quien realice pruebas cosméticas en animales, se proponen penas de dos a siete años de prisión y multa equivalente de 200 a dos mil veces el valor de la UMA. Sin embargo, esta situación sigue siendo ignorada.