Tener un amante no es tan malo
Por Bere del Río
Chingas a tu madre, le dije cuando, al día siguiente, trató de convencerme
Amigui ¡date cuenta! Tener un amante no es el fin del mundo, a veces es el principio de. A ver ¿Cómo te cuento? ¿Sabes por qué me divorcie? Ni siquiera fue porque me puso el cuerno, eso lo hubiera tolerado, después de todo, yo me cogía no solo a su amigo, sino a su socio y a nuestro compadre. Su falta de atención fue lo que me mató.
Contexto de dos amantes: guau, neta guey, reviví. Ahhh todavía suspiro, me volví a sentir mujer. Una vez a la semana nos encerrábamos toda la mañana a coger, con él conocí los Arcos, estaba culero (ahora ya lo remodelaron) pero nos acomodaba en el norte: se la chupaba tan rico, hasta dejársela muy mojada y me la metía, se excitaba tanto que la tenia que sacar, se la volvía a chupar, lo miraba a los ojos y espetaba: “mi vagina sabe deliciosa”. La primera vez que lo hice, tuvo un orgasmo tan repentino que el chorro de leche me embarró la cara, lo noté apenado, así que, con mis manos, los embarré en todo el rostro, mientras seguía chupándosela, como limpiando esa combinación de jugos vaginales y semen.
Contexto de dos matrimonios: super amigos, así los cuatro, a ella la conocí desde la prepa, por nosotros se conocieron nuestros esposos, tal grado de amistad que, las primeras vacaciones fueron tres semanas viajando por México. Nos hicieron compadres, porque bautizamos a su princesa, todo miel sobre hojuelas, había fines de semana que agarrábamos la fiesta, bueno, en realidad muy familiar, carne asada en la alberca de mi casa hasta amanecernos; birria, pizza en la tarde y hasta las diez de la noche se iban. Igual nosotros. Éramos familia ¿Cómo era la relación con el esposo de mi amiga? Nos llevábamos como hermanos, te lo juro, nos carreteábamos, demasiada carreta, demasiada complicidad, como jugando, es difícil explicarlo si no lo has vivido.
Contexto de pareja: Él, entró en una etapa que no quería saber ni de sexo, ni de salidas; un bulto viendo Netflix, eso es de mucha hueva; neta yo sí lo padecí, en todos los sentidos, el físico, el sexual, el emocional, en todo. Intentamos terapia, cero avances, desgastados.
Contexto mi amiga, su esposo y yo: total un día de tantos Carlos, mi esposo, no quiso salir con nosotros -Tengo hueva, vayan ustedes. Era una posada que acabó en peda, tan enfiestados, que terminamos en Barezzito. Algo cambió en ese momento, te lo juro, aparte no sé porque ella lo permitió: él y yo estuvimos bailando, él y yo estuvimos bebiendo, él y yo… parecía date, salimos fundidos de pedos, aparte él, que luego sería mi gordo, super generoso, claro que Moet.
Contexto, él y yo: salimos ebrios, pero claro yo fingí un poco más de la cuenta, él ya no me soltó y me llevaba abrazada, o sea “cuidando”. Llegamos a mi casa, en lo que Carlos, que estaba dormido, se medio vestía, él me metió y debajo de las escaleras me besó, lo quité, dije no -¿Por qué no?- Mi silencio lo impulsó a llevarme a la cocina y ponerme un tremendo faje que, con la adrenalina de mi marido arriba y con la falta de sexo en casa, fue algo más que maravilloso. Llegó mi amiga en su auto y cortamos rápidamente.
Contexto yo: chingas a tu madre, le dije cuando, al día siguiente, trató de convencerme. Lo dejé, con cierto remordimiento moral. A las pocas semanas, no dejaba de pensar en él, en un café, mi mejor amiga aconsejó: Tener un amante no es el fin del mundo. Le llamé: “¿Quieres terminar lo que comenzamos’” a los 40 minutos, estábamos en el motel ¿Sabes que me encantaba? Me dominaba, una posición habitual era de misionero, amarraba mis manos y me penetraba hasta terminar entre mi estómago y bubis.
¿Qué finalizó nuestra aventura? Seguíamos viéndonos, aún en pareja, las miradas, los roces a escondidas, las sonrisas furtivas, nos delataron. Carlos hizo un escándalo cuando se enteró. A todos nuestros amigos les informó que su socio, su compadre ¡su amigo! se cogía a su mujer. Mi amiga la llevó leve, hasta un trio nos propuso, luego te cuento. Así que, amigui, date cuenta, tener un amante no es el fin del mundo, mucho menos en Aguascalientes.