Pinche soldadita
Por Bere del Río
Al fin hombres, no pueden eyacular más de dos o tres veces (con sus honrosas excepciones)
Pinche Soldadita:
Chingas a tu madre. Aparte de pocha, de expatriada hidrocálida, vienes y te coges al guey que estaba a punto, al menos eso pensaba yo, de darme. El tipo estaba buenísimo, con sus 32, cuerpecito de gym y recién divorciado con solo dos hijos, era un must, que tenía que ser mío. Y lo trabajé, con paciencia y esmero, sonriéndole aquí, un escote allá, un besito leve, otro atrevido. Y justo cuando pensé que me lo llevaría a la cama, apareciste. Tu musculatura, tu uniforme militar, tu acento entre mexicano y gringo, me dieron al traste con los planes.
Supe que te lo cogiste. ¿Sabes que es lo que más me emputa? Que ya sabía cómo me lo iba a comer: comenzaría besando cuello, quitando camisa y acariciando su pecho depilado y trigueño; no besaría su tórax, recorrería tetas y abdomen, solo con mi nariz, inhalando directo de sus poros ese olor a hombre tan delicioso y característico de él; bajar el cierre y tomar con mis manos su pene erecto, chuparlo, dar golpecitos con él en mi cara, hasta dejarlo listo y solo lo montaría una y otra vez hasta mojarlo con un squirt… ups, me vengo tremendo ¡qué te puedo decir!
¿Es neta que estando así de buenota, no me dejaste ese pinche pimpollo a mí? No hay derecho.
Supongo que, con tu ejercitado cuerpo, lo cogiste cuantas veces pudiste (y si no ¡qué pendeja!) más bien, tantas veces como él aguantó. Porque ya sabes que, al fin hombres, no pueden eyacular más de dos o tres veces (con sus honrosas excepciones)
Oye tú, ¿Neta vienes solo a comerte el ganado nacional y te vas a deambular por el mundo a nombre del tío Sam quesque para salvar a la humanidad? Mejor te hubieras comido un alemán o un español. ¿Por qué te metes con mis macetas? ¿No has escuchado que la tierra es de quien la trabaja? Y vaya que lo trabajé.
Por mi quédate en Irak o Pakistán o alguno de estos países que te gusta invadir, solo no vayas a enviar un misil que destruya Aguascalientes, total ya te lo comiste, ya no es tu pedo.
Se despide, Bere del Río.
Pd.- Por favor nunca vuelvas. Ni que estuvieras tan buena.