Estudio comprueba que los peces prefieren los líderes alcohólicos.
Maurizio Porfiri, profesor asociado del Instituto Politécnico de Ingeniería de la Universidad de Nueva York llevó a cabo un experimento científico con el objetivo de hacer una comparación sobre las reacciones individuales y sociales de los humanos cuando han bebido diferentes cantidades de alcohol.
El científico, colocó una pequeña concentración de alcohol en el tanque de un pez cebra, para con esta técnica, demostrar que dicho sujeto de prueba, no teme a los depredadores robóticos cuando está alcoholizado. Aunque parezca increíble y un comportamiento meramente humano, se observó también que los peces cebra borrachos no solo nadan más rápido con un grado de alcohol “moderado”, sino que de alguna manera consiguen que todos los peces sobrios los sigan. Esencialmente, un pez borracho se convierte en el conductor designado para todo el grupo.
Entre los detalles más significativos, Porfiri y su equipo hicieron que sus sujetos de prueba nadaran en tanques con tres diferentes concentraciones de alcohol: 0,25%, 0,5% y 1%. La concentración más alta equivale a aproximadamente un 0,1% de contenido de alcohol en sangre en el pescado, lo que representa un excedente sobre el límite legal de 0,08% para los ciudadanos estadounidenses.
En estudios previos ya se había detectado que una borrachera moderada en los peces, los volvía más activos, pero al excederse con el consumo de alcohol, se vuelven más lentos.
La siguiente parte del experimento, fue exponer a un pez “borracho” con un grupo de peces sobrios, y así entender el comportamiento social de ambos segmentos. Después de dejar que cada pez cebra nadara por un rato en un vaso de precipitados con agua y etanol, movió a estos a un tanque limpio con cuatro peces cebra sobrios y los observó interactuar durante cinco minutos. Con una cámara grabando al grupo desde arriba para poder medir los movimientos de los peces utilizando un algoritmo de seguimiento que habían desarrollado recientemente, se observó que los peces alcoholizados nadaron más rápido en grupo que solos. Esto se explica a que la intoxicación moderada los vuelve hiperactivos, como lo afirman estudios previos.
El pez cebra más borracho, sin embargo, perdió a sus seguidores. Los peces que habían estado expuestos a la mayor concentración de alcohol comenzaron a quedarse atrás del resto del grupo, siguiéndolos en lugar de dirigirse, esto debido a que las dosis altas de alcohol derivan en una acción sedante.
Porfiri explica que aún no es correcto afirmar que el alcohol convierte a los humanos en mejores líderes, pero explica “estas similitudes existen en un nivel muy básico”. “Se necesitarían muchos más estudios para establecer un paralelismo directo” entre el pez cebra alcoholizado y las personas en estado de ebriedad. Quizás para entonces, los peces habrán aprendido a designar un conductor o los humanos a no beber.
Porfiri recomendó no hacer esto en casa, ya que él es científico con pruebas controladas mientras que alguien sin experiencia puede matar a sus mascotas.