Reflexionando sobre la vida durante la pandemia. «Vive»
La pandemia sin duda llegó a cambiar el mundo, éramos felices y no lo sabíamos, derrotó potencias mundiales, cerró negocios multinacionales, trasnacionales y pymes, nos enseñó a tener resiliencia, a reinventarnos y a aprender de la tecnología para poder vender nuestros productos y servicios; pero, también fue el más cruel enemigo contra el amor, nos prohibió abrazarnos y besarnos, hizo que fuéramos groseros al no poder siquiera saludar correctamente a una persona, aunado a eso, nos obligó a no visitar a quien tanto amamos, separó a los novios, alejó a sus hijos de sus padres y se ensañó con los abuelos. Tuviste que aprender a estudiar y a trabajar desde casa y adaptarte a un nuevo sistema que tal vez se quede para siempre, su misión era que en tu cara no existiera una sonrisa puesto que todo lo que hacemos para olvidarnos de nuestros problemas estaba prohibido, ir a fiestas, restaurantes, gimnasios, conciertos, teatro y demás actividades recreativas o de ocio.
Cuando la enfermedad se agravaba y tenías que ir al hospital para que te atendieran eras solo tú, nadie podía acompañarte para echarte ánimos, ni siquiera para pasarte el cómodo orinal; nunca en toda tu vida sentiste tanto miedo, y postrado en esa cama tu mente te traicionaba pensando que tal vez nunca volverías a ver a los que más amas en esta vida, todos los días no hizo pensar en lo que nunca queremos… la muerte. Recordabas como tus conocidos, amigos y parientes se marcharon de este mundo sin poder despedirlos como se merecían, hasta en la última despedida estaba en medio este “bicho” obstruyendo tu llanto y tu dolor, la impotencia de no poder hacer nada te irritaba demasiado y entonces reflexionaste si realmente en tu vida has hecho lo que amas, si te has dado el tiempo suficiente de amar a tu familia; de conversar con tus amigos, los que cuentas con los dedos de tus manos; de hacer lo que más te gusta sin importar las críticas, de terminar ese proyecto que empezaste y que nunca concluiste por falta de tiempo, de decir un ¡Te Amo! a quien nunca se lo habías dicho, a disfrutar de tu familia, de tus padres, de tus hermanos, de pedir perdón a quien ofendiste, de vivir… Ahora te diste cuenta que regalaste lo más valioso de tu vida a personas que no se lo merecían, tu más grande tesoro, si, el tiempo… que pasaste muchas horas en esos proyectos de trabajo que nunca te valoraron, de esos tiempos extra en el trabajo que solo dan dinero, ese dinero que guardabas en el banco para alguna emergencia y no te dabas cuenta que la emergencia era vivir y ser feliz, nunca lo disfrutaste, no te fuiste de vacaciones, no te compraste ese gusto que creías que no te merecías, dejaste bienes, dinero, joyas, a otros que no lo cuidarán como tú, te abstuviste de hacer cosas por miedo y a no gastar en lo que más te gustaba, no te diste cuenta que vida solo hay una y que todo lo que existe en esta tierra, hasta los zapatos que traes puestos, se quedarán aquí, vive ahora plenamente feliz o muere con arrepentimientos porque:
No te preocupes por tu cuerpo, cuando mueras tus parientes harán lo que puedan de acuerdo a sus posibilidades.
Te quitarán tu ropa.
Te bañarán.
Te vestirán con tu mejor atuendo.
Te contratarán una funeraria.
Y te llevarán al panteón.
Muchos querrán venir a despedirte, algunos por morbo y otros por amor, pero ahora no podrán, solo estarán tus parientes más cercanos.
Tus pertenencias les pertenecerán a otras personas.
Tu ropa que guardabas para ocasiones especiales, ahora las portará algún vagabundo.
Tu herramienta será obsequiada.
Tus libros que no prestabas, serán regalados.
Tu música será olvidada.
Llorarán por ti algunos días, tal vez unos meses, pero después serás olvidado, y todo el mundo volverá a su rutina cotidiana.
En tu trabajo llegará otra persona, te remplazará y hará una mejora en tus procesos.
Serás juzgado, criticado, cuestionado, aun después de muerto.
Podrás ser el tema de alguna plática en las reuniones de tus amigos, se acordarán de ti, se pondrán tristes un momento, pero volverán las risas después de dos copas.
El álbum con tus fotos solo será sacado en tu aniversario luctuoso.
Vendrá un nuevo tipo (a) a sentarse a tu mesa y a tomarse tus vinos y abrirá el que tú guardabas para una ocasión especial.
A donde vayas después de muerto no tendrás:
- Cuerpo
- Belleza
- Apellido
- Comodidad
- Crédito
- Posición
- Dinero
- Joyas
- Casa
- Auto
- Profesión
- Título
- Diplomados
- Medallas
- Trofeos
- Amigos
- Parientes
- Familia
- Sexo
- Diversión
En tu nueva vida, nadie sabe qué pasará; no conozco a ninguno que haya regresado después de muerto a contármelo, pero tus buenas acciones se quedarán plasmadas en la tierra, en el recuerdo de quien te amó; dejarás un legado de amor y de enseñanza a tus semejantes, habrá quien te quiera copiar, imitar, incluso vestirse y hablar como tú, pero jamás podrán tener tu esencia, por eso ¡vive!, ¡atrévete!, ¡disfruta y goza de la vida!, porque vida solo hay una y el tiempo jamás volverá.
@ JavierArturoTorres20