8M… ¿Para cuándo la vida libre de violencia?
¿Hasta cuándo la vida digna que promete el Estado en campañas electorales, comunicados, informes de gobierno será realidad? ¿Y en cuántos años todas las generaciones serán empáticas con las luchas hacia la violencia de género?
El 8 de marzo se conmemora la lucha feminista para exigir la validación de los derechos humanos y constitucionales, el reconocimiento a las acciones de las mujeres día con día, además de la fortaleza que cada una posee al decir «no» a la violencia de género sin importar de quién proceda, ni la relación que exista. Todo con tal de no ser oprimidas, explotadas y dominadas.
La cultura mexicana plagada de machismo, misoginia y discriminación en todos los niveles como sectores permite que las mujeres sigan siendo vulnerables ante la sociedad a pesar de la exhausta lucha sobre sus derechos a la elección, laborales, políticos, de salud, libertad de expresión, acceso a la información y educación, a la vida… Y a la vida libre de violencia.
No es enfrentamiento de sexos, la lucha feminista pretende informar, concienciar que la violación a los derechos del género femenino puede venir de cualquier persona. Y se exige con razón justa, el acceso a una vida sana para todas las mujeres que sufren en ambientes que no les permiten crecer dignamente.
Se respeta con admiración a las mujeres que lamentablemente murieron en su lucha y no pudieron gozar libremente de una vida decente, como aquellas que siguen exigiendo un cambio en el sistema y que piden justicia por las que murieron a causa de la violencia contra la mujer.
La inclusión que se promete debe ser igualitaria y equitativa para ambos géneros en todos los sectores. No es utópico, es una obligación constitucional y derecho legítimo por el cual se debe de exigir a las autoridades incluyendo a la sociedad que está conforme con esta situación.
Todas las mujeres deben tener todos los derechos toda la vida.