La transparencia desde el enfoque de género.
Por Brenda Ileana Macías de la Cruz, Comisionada Ciudadana del ITEA.
La perspectiva de género se ha vuelto no solo necesaria, sino un mandato para la ejecución de todo plan de gobierno, la formulación, ejecución y evaluación de las políticas públicas, atento al mandato constitucional de que mujeres y hombres somos iguales ante la ley. La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres implica que las mujeres y los hombres, niñas y niños, tengamos las mismas condiciones, oportunidades y resultados para ejercer plenamente nuestros derechos.
Pugnar por la igualdad para las mujeres en cuanto al reconocimiento de sus derechos, es una tarea no concluida que ha implicado una lucha constante a lo largo de la historia: el acceso a la educación, al sufragio, a los espacios de toma de decisiones, por mencionar algunos, son logros obtenidos durante el tiempo.
Pese a todo este esfuerzo y las constantes necesidades que se viven aún en la situación de las mujeres, surgen interrogantes ¿cómo saber si lo hasta ahora logrado es efectivo?, ¿Cómo medir resultados? Atento a estas preguntas, me permito abordar el tema central de éste documento, tendiente a concatenar el tema de la igualdad de género y la promoción y defensa de los derechos de las mujeres, con el mundo de la Transparencia.
Desde hace décadas se han realizado acciones para garantizar el acceso a la información, cobrando auge para el ejercicio de la democracia los derechos humanos de acceso a la información pública y de protección de los datos personales y por ende el sistema de transparencia que favorece a la rendición de cuentas y el combate a la corrupción.
Partimos de la premisa fundamental de que la información que generan los entes públicos y los privados que trabajan con recursos del Estado, pertenece a la ciudadanía en general, quien tiene el derecho a acceder a ella con las modalidades que establecen las leyes en la materia, en términos de lo establecido en el artículo sexto constitucional.
Así las cosas, ¿qué importancia o vinculación tendrá la transparencia y el acceso a la información en materia de igualdad de género? Pues bien, la información de las Instituciones al ser pública y favorecer a la rendición de cuentas, permite que los avances y logros en materia de igualdad de género sean cuantificados y calificados.
En efecto, la información a la que podemos acceder por medio de la transparencia, nos arrojan situaciones reales y concretas para advertir un contexto actual en las mujeres, en aspectos tales como: programas sociales, presupuestos, servicios, estructuras institucionales, estadísticas e informes en el actuar gubernamental, sentencias, políticas públicas en favor de población vulnerable, apoyo al auto empleo, atención a la salud, por citar algunos temas.
Sin embargo se requiere que la ciudadanía haga uso de la herramienta de la transparencia, para implementar estrategias asociadas a sus necesidades para mejorar sus condiciones de vida, esto mediante el conocimiento de su condición para generar la incorporación de políticas con enfoques de género a su favor.
En efecto, el acceso a la información se convierte en una agenda efectiva, puesto que la relación entre igualdad y acceso a la información permite acceder en el avance del desarrollo sostenible, en virtud de que pueden visualizarse las desigualdades y conocer los recursos aplicados en temas que resultan estratégicos para elevar la calidad de vida de las mujeres y el adelanto al ejercicio de sus derechos.
El seguimiento de los recursos públicos apoya la planeación, ejecución y evaluación de políticas públicas, así como de estadísticas e indicadores de género, lo que se logra a través del debido cumplimiento de las obligaciones en materia de transparencia por parte de todos los sujetos obligados.
Todo ello sin duda permite conocer los esfuerzos y los resultados actuales en el tema, y por ende las problemáticas y las necesidades que es necesario seguir impulsando para el logro de resultados en favor de la situación de las mujeres, a lo que me parece por demás necesario darle su justo valor, de tal forma que todos los avances que se han logrado en materia, se pongan al servicio de la igualdad de género y el avance para las mujeres en el pleno ejercicio de sus derechos.
