La Madre
Cuando una mujer se decide a ser madre, ¡no hay poder humano que la detenga! y siempre tiene la anuencia de Dios.
En México, la madre es venerada y respetada por encima de cualquier persona, ¡Es la heroína!
La madre nos amamanta, nos guía, nos encamina, es la base y estructura social en todas las culturas y sociedades.
La madre nos educa a su modo, con su genio, a su gusto, con carácter férreo, hace el intento de pulir al niño, se preocupa, se aflige con el sufrimiento del hijo, sabe cómo tratar al futuro ciudadano/a, ¡es muy dura! y a veces demasiado, pero no importa, porque logra dar esa formación, aunque no falta el hijo rebelde, ella es la única que logra dominarlo, hasta con la mirada, estoy seguro que ese niño/a ¡tuvo suerte! porque la mujer aceptó traerlo a este mundo.
Estas son algunas frases muy comunes…
¡Ya verás cuando regreses!,
¿Qué no te estoy hablando?,
¡Porque soy tu madre!
¿Y si lo encuentro que te hago?
¡Chamaco pelado!, ¿Dónde aprendiste eso?
Por otra parte, es admirable su actitud hacia la vida, ¡Porque nunca baja los brazos!, defiende a sus hijos a capa y espada, no se puede creer de dónde saca tantas fuerzas y esa fortaleza mental de hierro que los hijos no heredan, aunque sea un poco….
Cada hijo, debe agradecer todos y cada uno de sus días, que hubo una madre dedicada a sacarlo adelante junto a sus hermanos… y a la fecha, ¡sigue pendiente de ellos!
Madre, te aman tus hijos, viven y triunfan, son lo mejor de lo mejor, pero es porque tú estuviste al pendiente de ellos y siempre los impulsaste, ¡tú eres la gran responsable de tus hijos y sus éxitos! ……
Madre, Dios te guarde y te brinde felicidad y muchos días de estos.
Gracias, madre, gracias mil.
Hace muchos años, cuando estuve en el vientre de mi madre, escuchaba su voz y ya tenía deseos de conocerla, ¡por fin!, al ver la luz, ¡pude verla!, Madre, doy gracias a Dios por haberme enviado contigo, si volviera a nacer y me dieran a escoger, ¡no dudaría en buscar tus brazos otra vez!, ¡porque me diste la vida!, me enseñaste a vivir y sobrevivir, me protegiste y cultivaste en mí, las bases para poder sustentarme, como si hubieras sembrado un buen árbol que creció ¡y se hizo fuerte!, que echó buenas raíces ¡y ha dado frutos!.
¡Feliz día de las madres!
Dedicado a la Señora Agustina Siguenza García, mi Madre.