“De ociosidad, arte y otros vicios: Andy Fletcher (1961-2022)”

Por Diana Gómez Carrillo

Creo que nací en un hogar mexicano muy tradicional, la música que escuchaban mis papás en mi infancia era la de Sandro, José José, Rocío Dúrcal, Raphael, Camilo Sesto, Rocío Jurado y similares de la época; no obstante, tengo el vívido recuerdo del día en que mi papá llegó a casa con el nuevo aparato que sustituía la consola donde sonaba la vasta colección de Long Play acuñada por mi madre (los LP son discos de vinil de 30.5 cm de diámetro); este desconocido artefacto se trataba de un reproductor de CD (disco compacto de apenas 12 cm de diámetro), y con esta nueva adquisición llegó a casa no solo evolución tecnológica, sino también, novedades musicales; pues han de saber que los primeros discos compactos que estuvieron al alcance inmediato de los consumidores, no eran precisamente los del Príncipe de la Canción o del Divo de Linares, así que en aras de dar uso al juguete recién llegado al hogar, es que se adquirieron varios discos compactos, aunque los artistas fueran desconocidos para mis padres, y así llegó a casa un CD de un grupo británico llamado Depeche Mode, el cual se integraba por cuatro jóvenes cuyo look era el del clásico cowboy, sus nombres: Dave Gaham, Martin Gore, Andy Fletcher y Alan Wilder.

Ese CD se titulaba Violator y de él se desprendía una canción poderosa no solo por su letra, sino por su sonido; un sonido sumamente distinto a lo ya conocido (al menos para mí), y con una letra que a esa edad no entendía ni por el idioma y menos por sus implicaciones; pero que ahora es uno de los himnos del rock electrónico: “Personal Jesus”. Desde entonces y hasta la fecha, Depeche Mode nunca ha faltado en mis playlists.

Violator es sin duda una piedra angular en el desarrollo de la música electrónica, sin embargo, la banda conformada por cuatro jóvenes ingleses vestidos de vaquero, no se abandonó a la exclusividad de un sonido electrónico, sino que continuó evolucionando con fusiones musicales que incluían gótico, grunge, blues, góspel y acústico; siempre manteniendo su línea primigenia en el rock;  así, fusionando géneros y con letras provocadoras, han construido una exitosa carrera musical que no estuvo exenta de luchas de egos, drogas, intentos de suicidio, separaciones, reencuentros, pero que ni todas esas adversidades juntas lograron mermar la calidad ni el talento de la banda.

Hoy, 26 de mayo, se dio a conocer el fallecimiento de Andy Fletcher, tecladista y fundador del grupo electrónico más importante de todos los tiempos, inspiración para muchos otros artistas que van desde Marilyn Manson, Linkin Park, Radiohead, Fear Factory; pasando por Miley Cyrus,  Britney Spears hasta los Deftones, Coldplay, Keane e incluso La Ley.

Así de importante es el legado de Andy Fletcher, pues no solo fue miembro fundador, sino que en todos los altibajos de la agrupación, él siempre estuvo presente al frente del teclado y muchas veces como segunda voz; incluso asumiendo funciones de manager cuando se requirió. Su gran aportación dentro de la banda y en la historia de la música es innegable e insustituible.

Cierro esta columna con las palabras con las que Dave Gaham y Martin Gore despiden a su compañero musical: “Estamos conmocionados y llenos de tristeza por el fallecimiento prematuro de nuestro querido amigo, miembro de la familia y compañero de banda Andy “Fletch”. Fletcher tenía un gran corazón de oro y siempre estaba ahí cuando necesitabas apoyo, una conversación animada, una buena carcajada o una cerveza fría