EL PLAN B SIEMPRE FUE GARCÍA LUNA.

Por EFRÉN MARTÍNEZ COLLAZO

En esta semana se resolvieron dos asuntos marcados como prioritarios en la agenda presidencial, el primero de ellos tuvo lugar en la Ciudad de New York, y el otro en la Cámara de Senadores de la Ciudad de México. Ambos tienen una conexión muy estrecha entre si de cara a la próxima elección presidencial del 2024.

El primer asunto trata del juicio llevado a cabo en contra del ex Secretario de Seguridad Pública en el sexenio del enemigo público número uno de esta administración, Genaro García Luna; mientras que el segundo trata de la aprobación en el Senado del llamado Plan B del Presidente de la República.

En el juicio del ex secretario, el jurado lo encontró culpable de los cinco cargos que le imputó la Fiscalía: culpable de conspiración para la distribución internacional de cocaína, conspiración para la distribución y posesión de cocaína, conspiración para importar cocaína, delincuencia organizada y dar declaraciones falsas en su solicitud de naturalización al declarar que no había cometido ningún delito. Lo que resta de este asunto es que en el mes de junio el juez le imponga la pena de 20 años de prisión o cadena perpetua, se cree que será la segunda.

En este primer asunto aunque no tuvo nada que ver el Estado Mexicano, está siendo celebrado como si aquí se hubiese llevado a cabo dicho juicio; es decir para el Presidente y su partido es y será el mayor logro de esta administración en el tema de seguridad pública aunque el país este padeciendo su mayor crisis por la delincuencia organizada. Para ejemplo Zacatecas donde se vive un estado fallido y sitiado por el narco, lo que ha causado lo que nunca se pensó, éxodos de habitantes a los estados vecinos para resguardar sus vidas.

Y es que más allá de lo penoso que resultó el veredicto dado a conocer en la corte de New York, el proceso legal desde un inicio y ahora con mayor razón está siendo utilizado como la principal arma política para denostar a los adversarios del presidente, sobre todo a los expresidentes Fox y Calderón y obvio a Acción Nacional. Es pues la principal arma para enfrentar los procesos electorales que se llevarán a cabo en los estados de Coahuila y el Estado de México y la madre de todas las batallas en el 2024. La ecuación es perfecta, la oposición es igual a García Luna luego entonces la opción es la 4ta. transformación por haber hecho justicia, aunque sobra decirlo que la detención del ex secretario fue en la Ciudad de Dallas y el juicio en New York, es decir, aunque la única participación de este país en el juicio del siglo haya sido el seguimiento día a día en las mañareas.

Lo delicado de este asunto es la desastrosa imagen internacional que nuestro país ha dejado, nunca antes un ex funcionario público mexicano de la altura de García Luna había sido juzgado en territorio vecino, y menos por los cargos que se le imputaron. Y es que lo que muchas personas no logran identificar es que el ganador en esta película no es otro sino el presidente de los Estados Unidos y su agencia antidrogas (DEA), ya que una vez más limpian su imagen de consumidores al enviar el mensaje que el demonio que envenena al mundo es el Estado Mexicano, medallas como la de García Luna siempre serán invaluables para nuestro vecino aún y cuando es un secreto a voces la colusión que siempre han tenido con los cárteles mexicanos.

Así pues, la resolución acontecida en la corte de New York, aunque debería de ser analizada a la luz del derecho, es y será botín político de ambos países, aunque para el nuestro podría ser una victoria pírrica ya que aún existen colaboradores del ex secretario que trabajan en esta administración, los cuales muy seguramente algo tendrían que decir de lo que vivieron con su jefe. Episodios tan lamentables como el de García Luna siempre serán condenables, ya lo había dicho antes de que se conociera el veredicto y ahora con mayor razón, aunque estemos lejos de que en nuestro país se lleven a juicio a todos los que están coludidos con el narco, siendo altamente probable que después de esta administración existan casos como el de García Luna, los cuales serán otra vez juzgados en Estados Unidos haciendo interminable el círculo vicioso de impunidad y corrupción.

El segundo de los asuntos es el fin legislativo que se dio al llamado Plan B presidencial, la reforma legal impulsada por el Presidente ha sido aprobada en el Senado por su partido y aliados con 70 votos a favor y 52 de la oposición, dicha reforma plantea cambios al artículo 12 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) todo lo relativo a la Ley General de Partidos Políticos (LGPP), la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación (LOPJF), y la derogación de una ley con emisión de una nueva: la Ley General de los Medios de Impugnación en Materia Electoral (LGMIME).

Solo se eliminó la llamada claúsula de la eternidad que buscaba garantizar que sea cual sea la votación de un partido coaligado pueda negociar con sus aliados, incluso antes de la elección, cuántos votos le serán reconocidos, y garantizar que tendrá más del 3% de la votación nacional que exige la ley para mantener el registro como partido.

Este asunto como decíamos llamado Plan B, adoptó su mote cuando la Reforma Constitucional presentada por el Presidente fue rechazada en la Cámara de Diputados, fue entonces que se maquinó una reforma alterna que no tocara la Constitución para evitar el voto de la oposición, es decir transitar de una mayoría calificada a una mayoría simple.

Así pues, se diseñó la reforma más importante para esta administración, aunque el Presidente haya dicho: “Algo es algo”, el contenido de dicha reforma aunque pareciera que no violenta ningún derecho del ciudadano lo cierto es que trastoca la estructura del INE haciendo materialmente posible la realización de una elección al disminuir enormemente el personal técnico del Instituto, siendo éstos quienes llevan el peso de una elección.

El Plan B electoral también transitó un camino tortuoso en su andar, ya que aunque en el mes de diciembre fue aprobado una parte de éste en lo que se refiere a las nuevas reglas sobre propaganda que permitirán la libre autopromoción de servidores públicos, esto último sí fue avalado en su totalidad por ambas cámaras y se remitió al Ejecutivo para su promulgación. El «Plan B» del presidente Andrés Manuel López Obrador quedó pendiente en lo que toca a los cambios al Instituto Nacional Electoral (INE), postergándose su aprobación para el mes de febrero. Siendo el día de ayer cuando por fin fue aprobado.

Lo que resta de esta historia es que el Presidente sancione y ordene la publicación en el Diario Oficial de la Federación de la reforma controversial, siendo la reacción lógica de la oposición llevar a los tribunales la controversia, lo que concluirá con la determinación de la Corte. La que sin duda será la determinación mas importante que emita, pero también la más polémica dependiendo el resultado que se dé. Si se declara inconstitucional llevará al Presidente, a su partido y aliados a confirmar su discurso de que la Corte debe de reformarse porque está del lado de los conservadores. Por el contrario, si se declara constitucional dará para que sea la oposición quien adopte la figura de víctima y rechace el resultado de la elección del 24. Basta decir que para los procesos electorales del Edomex y Coahuila al menos hasta hoy es inaplicable dicha reforma al haber otorgado la Corte la suspensión definitiva para esos procesos.

Así pues, como decíamos al inicio de este artículo, ambos asuntos aparte de ser prioritarios en la agenda presidencial llevan una conexión política, siendo el primero el francotirador a la oposición sobre todo a Acción Nacional y el segundo un instrumento legaloide electoral. Hoy en día ambos tuvieron un final político feliz para el titular del ejecutivo, aunque como se reitera, el segundo asunto todavía tiene un camino legal para llegar a su verdadero final, razón por la cual el asunto de García Luna se podría llamar como el auténtico Plan B del Presidente. La anterior afirmación cobra mucho sentido en virtud de lo siguiente:

I.- Aunque la sentencia que emita el Juez de New York se pueda impugnar por la defensa del ex Secretario de Seguridad es poco probable que la misma sea revertida, esto debido a que el jurado encontró en los testimonios coincidencias claras de la culpabilidad de García Luna en los cargos que le imputaron.

II.- La emisión de la sentencia final está prevista para el día 27 de junio de este año, por lo que la posible apelación según el tiempo en resolverse no será pronto, ya que un tribunal de apelaciones en los Estados Unidos puede demorar un mes o hasta un año o más en resolver una apelación. Por lo general, el tiempo promedio en que se tarda en resolver una apelación suele ser de 6 meses, tiempo suficiente para que día a día en las declaraciones presidenciales esté presente en los mexicanos el veredicto controversial.

III.- Aún y cuando se revirtiera la sentencia, para el Presidente no habrá ningún daño colateral, ya que el juicio fue llevado en una corte estadounidense, por lo que se puede decir que el tema legal es y será responsabilidad del vecino. Lo que no sucede en el ámbito político, el cual es y será usado políticamente por el Mandatario.

IV.- El Plan B electoral aún y cuando será impugnado no solo por los partidos políticos sino también por todo aquel que se sienta agraviado, su resolución no llegará al 2024, por lo que si se declara inconstitucional por la Corte ya no podrá ser aplicado en el proceso electoral de ese año, lo que significaría una auténtica derrota para el Presidente.

V.- De concretarse lo anterior el discurso de la oposición se solidificará a su máxima expresión en contra del Presidente, en el sentido de que representa a una dictadura bolivariana, situando en alto riesgo la continuidad pretendida por la 4ta. T.

Por lo que como se ve, el auténtico Plan B del Presidente lo es el caso García Luna, el otro Plan B electoral considero que cambió de mote a Plan C, no pasando desapercibido que sigue estando en la agenda de máxima prioridad del Presidente, solo que no controla su resultado pues depende de otro Poder Nacional, y en el caso García Luna el resultado final ya no importa al ser responsabilidad de otro País. Por lo que se puede decir que hoy ambos asuntos representan un jaque para AMLO, habrá que esperar si ambos le dan el jaque mate… Al tiempo.