Aguascalientes Opina del 6/01/25
2025: El año en que la inteligencia artificial tomó el escenario principal
Aunque la inteligencia artificial (IA) ha estado presente en nuestras vidas desde hace algunos años, parece que 2025 marca el verdadero inicio de una era donde esta tecnología transforma la cotidianidad de manera definitiva. Desde el ámbito laboral hasta la educación, pasando por el entretenimiento y las redes sociales, el impacto de la IA ya no es una promesa distante, sino una realidad que moldea nuestras decisiones y relaciones. En este panorama, Aguascalientes no es la excepción.
Un caso emblemático de esta revolución tecnológica es Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram. Connor Hayes, vicepresidente de la división de IA, reveló recientemente en una entrevista con Financial Times los planes para integrar bots con IA en estas plataformas. Estos no son simples perfiles automatizados, sino representaciones hiperrealistas que podrían pasar fácilmente por tus vecinos o amigos. Según Hayes, estos perfiles tendrán biografías, fotos e incluso la capacidad de compartir contenido, diseñados para generar interacciones masivas.
Aunque la empresa ha experimentado con estas herramientas desde 2023, la recepción inicial fue tibia. Los perfiles, como “Liv”, una madre afroamericana que presume a sus hijos virtuales, o “Carter”, un coach de citas, no lograron captar el interés del público. Sin embargo, el mensaje de Meta es claro: si la IA ya está transformando el mercado laboral, ¿por qué no también nuestros feeds sociales? Este cambio pone de manifiesto una nueva etapa en la evolución de las redes sociales, donde la autenticidad está en constante disputa.
En paralelo, la educación también se encuentra en una encrucijada. Los sistemas de IA generativa, como ChatGPT, ya están superando a la mayoría de los estudiantes en exámenes estandarizados, lo que obliga a las instituciones educativas a replantear sus métodos de evaluación y enseñanza. Si bien estas herramientas ofrecen nuevas posibilidades, como la personalización del aprendizaje y la automatización de tareas administrativas, también generan preocupaciones éticas. ¿Cómo garantizar que su uso sea equitativo y no amplíe aún más las brechas de desigualdad entre países y comunidades?
En este contexto, resulta indispensable que las autoridades educativas impulsen un programa permanente para capacitar tanto a docentes como a alumnos en el uso responsable y estratégico de estas tecnologías. En el caso de México, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y, en Aguascalientes, el Instituto de Educación del Estado, tienen la oportunidad –y la responsabilidad– de liderar esta preparación. De no hacerlo, corremos el riesgo de que el alcance y uso cotidiano de la IA generen un abismo entre las instituciones públicas y privadas, donde estas últimas, al contar con más recursos, adopten las tecnologías de forma más rápida y eficiente. Esta desigualdad podría consolidarse en una brecha difícil de igualar, con consecuencias profundas para la equidad educativa en el país.
Como bien señala la UNESCO, la tecnología no es neutral, y su implementación debe regirse por principios éticos claros. Si bien los países desarrollados cuentan con infraestructura y recursos para liderar esta revolución, muchas regiones del Sur Global aún enfrentan barreras fundamentales como la falta de conectividad y alfabetización digital. En este sentido, es crucial priorizar la inclusión y la capacitación digital de docentes y estudiantes para que la IA sea una herramienta de empoderamiento, no de exclusión.
A pesar de las luces y sombras de este panorama, la prudencia optimista parece ser el enfoque dominante. La IA, cuando se utiliza correctamente, tiene el potencial de complementar la labor humana en lugar de reemplazarla. Pero, como señala la UNESCO, hay líneas rojas que no se deben cruzar: la protección de la privacidad, la seguridad de los menores y la prevención de sesgos son fundamentales para construir un futuro ético en el uso de esta tecnología.
2025 es un año extraño, un año donde las promesas de la tecnología chocan con las realidades éticas y sociales de su implementación. Pero también es un año de oportunidades, donde tenemos la posibilidad de decidir cómo queremos moldear nuestro futuro. Ya sea en Aguascalientes o en cualquier rincón del mundo, el desafío está en nuestras manos: dirigir la tecnología antes de que sea ella quien nos dirija.
Al tiempo… y a su opinión.
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