Adaptarnos o retroceder: el reto educativo decisivo en el progreso de México

Por Victoria Moran

Han pasado dos semanas desde que México probó la modalidad presencial tras un año de experimentar con la educación virtual. Improvisar y adaptar el modelo educativo a las circunstancias fue necesario, aunque representó un duro reto que evidenció la desigualdad para miles de familias mexicanas, entre ellos se clasificó a los alumnos que podían atender las nuevas condicionantes y los otros que carecían de recursos para sobrevivir a una posible deserción en su formación escolar.

El rezago educativo fue una realidad en todos los niveles: hubo pérdida de aprendizaje y falta de recursos para sustentar o garantizar la única vía de conocimientos.

Actualmente, la vulnerabilidad de los niños y jóvenes es alta: millones abandonaron la escuela. Las consecuencias generacionales serán extremas: explotación infantil; empleos informales; pobreza; salario precario; cultura y valores afectados; aumento de enfermedades; suicidios; violencia incrementada; que finalmente, se traduce a un progreso nacional nulo.

Sin embargo, no solo son los estudiantes los perjudicados: se triplicó la responsabilidad de madres y padres de familia, aumentó la carga laboral de los docentes, los comerciantes que recibían ingresos por parte de las compras del alumnado fueron afectados así como el servicio de transporte escolar, está en riesgo el personal educativo del sector particular ante la posibilidad de que desaparezcan algunos colegios… Innumerables  víctimas de la actualidad.

La pandemia de la COVID-19 revolucionó a la sociedad en todos sus ámbitos. La solución, mediática, fue el regreso a las aulas.

Ulises Reyes Esparza,  titular del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), nos comparte su percepción como autoridad educativa en la entidad hidrocálida:

¿Cuáles son las estadísticas que tiene el Instituto de Educación de Aguascalientes sobre la deserción escolar en escuelas rurales y urbanas?

La deserción escolar ha sido un reto con el tema del regreso a clases, es identificar a los alumnos que se encuentran en riesgo para poderlos recuperar. Hoy no podemos hablar de cifras definitivas, vamos a esperar el siguiente ciclo escolar que comienza tentativamente la última semana de agosto para poder decir definitivamente cuántos alumnos ya no continuaron. Ahorita, todos están en lista y activos al menos en el sistema. Hay unos que tienen conexión intermitente, se conectan una vez a la semana o máximo tres veces por semana. Los que tienen menos conexión a las clases son los que se consideran en riesgo, tenemos 40 000 de 193 000 alumnos que hay en el estado. De esa cifra que nos importa, 29 000 tienen conexión nula, son los que pensaríamos naturalmente que van a desertar de la educación; sin embargo, llevamos dos semanas de regreso presencial, en las que hemos recuperado a muchos alumnos que no tenían tableta, computadora o que por cuestiones económicas o familiares no estaban asistiendo a la escuela, pero una vez que se vuelve abrir las puertas de la escuela se reincorporan. El 13 de julio cierra el ciclo escolar, vamos a ver cuántos alumnos recuperamos, qué calificaciones tienen, cuál es el nivel de aprovechamiento y cuáles definitivamente no se van a poder recuperar en un periodo inmediato.

¿El IEA se ha acercado directamente a las familias de aquellos estudiantes que no volvieron?

Sí, lo está haciendo el IEA a través de toda su estructura educativa: los titulares de SISAE (Sistema de Administración Escolar) en la cual hay figuras como supervisores escolares y los asesores técnico-pedagógicos, son los que acompañan a los colectivos escolares, dan cursos de capacitación, hacen observaciones entran al aula, acompañan al maestro y al director, personal de apoyo y asistencia, bibliotecarios, trabajadoras sociales así como orientadores educativos, están yendo a visitar a las alumnas y alumnos a cada uno de sus casas en este combate al abandono escolar con visitas domiciliarias. Se visita al papá o mamá con una hoja de seguimiento y una bitácora; si es el caso se les dice que su hijo está en riesgo, que no se ha presentado a la escuela que ya abrimos y estamos trabajando para que se incorporen nuevamente en las instituciones.

¿Cuáles son los programas que se implementaron para los alumnos que voluntariamente no regresaron a clases y para aquellos que desertaron?

Hay varios programas de apoyo para evitar la deserción y cuando ya se dio la deserción para la reincorporación. El programa piloto es “Que nadie se vaya de la educación” que tiene varios componentes: uno es el apoyo psicológico o emocional, esto con ayuda del programa “Juntos por la vida” donde 100 psicólogos del DIF Estatal intervienen en secundarias para dar acompañamiento emocional, que esto es uno de los factores de riesgo que pueden resaltar. Tenemos el tema de la Cruzada como bien lo señalaba que va en contra del abandono y rezago escolar con visitas domiciliarias. Además, tenemos el apoyo de entrega de tabletas electrónicas, al día de hoy hemos entregado cerca de 8 500 tabletas en dos etapas: la primer etapa fueron cerca de 1 200 tabletas, la segunda etapa van a ser 8 500 para estudiantes de escasos recursos que en este momento no cuentan con un dispositivo electrónico, en beneficio para que continúen su educación. Y obviamente, el tema de los protocolos sanitarios que permite que el papá o la mamá se sienta seguro enviando a su hijo a la escuela de manera presencial. Estos son protocolos establecidos e intervenciones puntuales para que, de esta manera, sea una estrategia integral.

¿Hay resultados de estos programas?

Sí. Te puedo decir que 293 000 alumnos, regresaron de manera presencial 240 000, son los que se están atendiendo de manera intermitente en estas dos semanas. Estamos trabajando con el 45% de las escuelas, es el sugerido del Instituto de Educación de Aguascalientes, que son aulas de 5, 7 o 10 estudiantes.

Los resultados son la reincorporación de los alumnos a las clases; Aguascalientes es el estado de la República Mexicana que tiene más escuelas abiertas: al día de hoy, estamos rondando en cerca de 1977 escuelas abiertas, mientras que otros estados arrancaron con 10 o 20 planteles.

¿Existe registro de alumnos que hayan abandonado una escuela privada para incorporarse a una escuela pública?

No lo tenemos en este momento, lo vamos a tener cuando consolidamos las cifras de la parte de inscripciones educación básica pública, sin embargo tenemos el espacio suficiente para dar la cobertura total.

¿Hay algún registro de escuelas particulares que hayan cerrado debido a la pandemia?

Debe de haberlo, no lo tenemos en este momento. No le podría decir.

¿El Instituto de Educación de Aguascalientes tiene algún programa para apoyar a las escuelas particulares que podrían estar en riesgo?

Las escuelas particulares reciben capacitación de los maestros particulares. Se incluyen en los talleres, cursos, diplomados que se dan para escuelas públicas, no solo los que tienen que dar de manera obligatoria con el consejo técnico con los planes y programas de estudio, esto es una oferta extraordinaria. Además, hay un trabajo coordinado con ellos en el sentido de que las escuelas particulares fueron las primeras que abrieron de manera presencial, presentaron un protocolo, se autorizó y se les dio esa oportunidad de reactivar antes que las públicas, esto para que no bajara su matrícula y nuevamente sus ingresos. Hay una supervisión constante, se le está capacitando a las escuelas para acompañarlas trabajando su respectiva situación económica. Sin embargo, al día de hoy no se tiene preparado algún programa por parte del Instituto de Educación de Aguascalientes; se está dando financiamiento en la mesa de trabajo del Gobierno del Estado y la Secretaría de Economía.

¿Habrá casos donde las escuelas puedan desaparecer o estén en alto riesgo ante la deserción escolar?

Seguramente sí, pero al final del día no consideramos que sea tan drástico por lo siguiente: las escuelas particulares se han venido adaptando. Personalmente he tenido contacto con algunas federaciones y con la Federación de Escuelas Particulares de Aguascalientes y nos han hecho saber que hay riesgo pero están buscando estrategias: convenios, bajar la  colegiatura, ofrecer de manera extraordinaria deporte, idiomas, cultura. Habrá colegios que cierren, en este momento no me atrevería decir cuáles son, pero garantizaría que la gran mayoría va a sobrevivir a esta situación

¿Y respecto a escuelas públicas?

Permanecen todas.

¿Cuál es la percepción de los padres de familia que viven en comunidades en este regreso a clases?

Primero señalar que hemos estado incitando a las escuelas rurales de los municipios del interior. Vamos a estar recorriendo la mayor cantidad de escuelas porque al final allá se vive otra realidad y hay que estar cercanos, escuchando sus inquietudes y atendiendo sus problemas. Evidentemente, se resintió y está el riesgo de que esa brecha de desigualdad se amplíe, pero también hay que decir que lo que falta en recursos sobra en vocación. Estamos cerca de las escuelas rurales. El profesor iba un par de días a la semana a la comunidad y dejaba un cuadernillo, tareas, revisaba a los compañeros. Hoy la sensación de los padres de familia es un alivio que la escuela vuelva a abrir, porque el alumno va y convive con el compañero, se relaja, se distrae y recupera la parte afectiva y la parte académica.

Sobre el programa en el que entregaban tablets, ¿hay estadísticas de cuántos alumnos del sector rural fueron beneficiados?

Buena pregunta, la revisaremos. Verificaremos el dato sobre cuántas tablets electrónicas fueron entregadas en los municipios.