Tiempos inciertos y convulsos
Aguascalientes se encuentra en medio de un proceso de transición y reflexión, un estado donde lo inesperado y lo urgente parecen entrelazarse en una danza de situaciones complejas. En las últimas semanas, las noticias locales han revelado no solo renuncias inesperadas en el ámbito judicial, sino también sucesos de violencia que marcan la pauta de un clima incierto, y todo esto mientras se asoma una sombra más, la del riesgo migratorio que podría golpear a miles de aguascalentenses.
Comencemos con un asunto que resuena en los pasillos del Congreso del Estado. La LXVI Legislatura, en una de sus sesiones presididas por la diputada Lucía de León Ursúa, recibió una notificación peculiar, que ha dejado sorprendidos a muchos: 13 magistrados y jueces del Poder Judicial decidieron bajarse del proceso electoral extraordinario de renovación del Supremo Tribunal de Justicia del Estado. ¿Por qué renuncian ahora, en pleno proceso electoral? La respuesta sigue siendo incierta. Lo que está claro es que esta ola de dimisiones resalta una disonancia en las estructuras de poder que difícilmente pasa desapercibida. Si los altos tribunales vacilan en su papel, ¿qué mensaje estamos enviando a la ciudadanía?
Mientras tanto, la Feria de San Marcos también vive su propio vaivén, con candidatas que también se alejan de la contienda. La política, en este rincón de México, parece estar en un momento de reajustes, de sismos que no solo se sienten, sino que nos obligan a preguntarnos sobre la solidez de nuestras instituciones y tradiciones populares.
Pero los sobresaltos no terminan ahí. En el ámbito de la seguridad, Aguascalientes ha sido escenario de un homicidio que, aunque no ha generado un pánico generalizado, sí ha dejado una marca en el tejido social. El cuerpo de una persona fue encontrado en condiciones inquietantes sobre la carretera que conecta las comunidades de El Águila y San Antonio, maniatado y con signos claros de violencia.
Un hallazgo macabro, realizado por un transeúnte que, más allá del horror, se convirtió en testigo de lo que parece una ejecución sin aparente explicación. La Fiscalía General del Estado ya está al tanto del caso, pero el tema sigue siendo espinoso. Aunque este incidente no se encuentra en las estadísticas de crímenes de alto impacto que suelen llamar la atención de los medios nacionales, la forma en que el suceso fue tratado invita a reflexionar: ¿realmente estamos preparados para lidiar con fenómenos de violencia que se asoman discretamente, pero con una fuerza oscura que podría ser una advertencia?
En este contexto, la tranquilidad de Aguascalientes se ve puesta a prueba, y la ciudadanía comienza a exigir respuestas, no solo en términos de prevención, sino también en cuanto a esclarecimiento.
A esto se suma la preocupación por la migración, en especial la que podría afectar a los aguascalentenses en los Estados Unidos. El activista Marco García Robles, quien ha sido una voz activa en la defensa de los derechos de la comunidad LGBT en México, ha alertado sobre las implicaciones sociales y psicológicas del discurso de odio que resuena en el país vecino, especialmente en el contexto de las políticas del trumpismo.
El activista señala que los efectos ya visibles del incremento de discriminación y bullying pueden ser devastadores: suicidios, enfermedades relacionadas con la interrupción de tratamientos hormonales y, sobre todo, un ambiente cada vez más hostil para las comunidades vulnerables.
¿Qué implicaciones tendrá esto para Aguascalientes? Con la posibilidad de deportaciones masivas de connacionales que rondan, algunos de los cuales provienen de este estado, el Instituto Aguascalentense de las Personas Migrantes se enfrenta a un desafío monumental. ¿Cuál es el plan de acción ante este riesgo? Mientras tanto, en la frontera norte, las familias aguascalentenses se preguntan si serán parte de la ola migratoria que podría cambiar el rostro de la región.
Así, entre renuncias, violencia latente y la amenaza migratoria, Aguascalientes se encuentra en una encrucijada que requiere reflexión y acción. Cada uno de estos temas —aunque aparentemente dispares— refleja una misma pregunta: ¿estamos listos para enfrentar los cambios que se avecinan? La incertidumbre no solo afecta a quienes luchan por conservar sus derechos o la estabilidad en sus empleos, sino que también cuestiona las bases mismas de un futuro que, en muchos aspectos, parece más incierto que nunca.
Al tiempo… y a su opinión.
¡De regreso! Eternas gracias a todas las personas que me dieron sus claras muestras de apoyo y solidaridad durante una intervención médica que me obligó a hacer una pausa editorial. Ya volví. Les llevo siempre en este corazón arreglado.